San Millán de la Cogolla

Datos Curiosos. Reseñas históricas

San Millán de la Cogolla cuenta con cerca de 300 habitantes.
El nombre de San Millán deriva de Aemilianus o Emiliano; es el nombre del santo, santo que vivió y murió allí tras una larga vida (más de 100 años). Su labor, fama de santidad, atribución de milagros y presencia de los restos son las razones principales por las que la gente se asentó allí. En un principio se trataba de una comunidad pequeña de hermanos y hermanas, que vivían en cuevas donde ahora se encuentra el Monasterio de Suso (arriba) y que finalmente formarían el gran Monasterio de San Millán.

San Millán no es uno de los pueblos por los que pase el camino “oficial” de Santiago. Sin embargo podremos encontrarnos a muchos peregrinos que desvían la ruta para pasar por allí. No en vano se trata de uno de los enclaves culturales más importantes durante la época medieval gracias a la actividad del Monasterio de Yuso (abajo). Sus grandes dimensiones le han hecho merecedor del calificativo “El Escorial de La Rioja”.

El apellido “de la Cogolla” viene del perfil que tiene la colina bajo la que descansa la villa, similar al de un monje con cuculla (capa que usaban los religiosos cubriendo cabeza y cuerpo).

Los Monasterios de Yuso y Suso fueron reconocidos en 1997 como Patrimonio de la Humanidad.
El Monasterio de Yuso es considerado la Cuna del Castellano. En su escritorio se escribieron las Glosas Emilianenses, textos –notas aclaratorias al margen- considerados los primeros que dan fe del origen del castellano y del vascuence (o euskera). No se trata de palabras sueltas si no de estructuras gramaticales escritas en romance. En el mismo monasterio Gonzalo de Berceo escribió y firmó sus versos. Se trata del primer poeta español conocido. Una demostración de que La Rioja, desde muy temprana fecha, se convirtió en un lugar de integración.

Entre sus obras de arte destaca el claustro, su propia “Capilla Sixtina” -realmente espectacular- y los relicarios de San Millán y San Felices, auténticos “tebeos” de la época que servía para explicar a las gentes la vida y milagro de los santos. Cuentan con marfiles románicos de incalculable valor. Éstos se salvaros del saqueo de los franceses al no considerar que se trataran de piedras preciosas.

La importancia de su escritorio y su biblioteca le hacen el lugar más idóneo para convertirse en la sede del Centro Internacional de Investigación de la Lengua Castellana. La ocupación de los franceses y la desamortización de Mendizábal derivaron en el robo y destrozo de su biblioteca, recuperada poco a poco por la comunidad monástica que ahora lo habita.

Actualmente el monasterio de Yuso está habitado por frailes agustinos recoletos si bien –con anterioridad - en el monasterio de San Millán (Suso y Yuso conjuntamente) se han dado distintos tipos de vida monástica: eremita, cenobio, visigodo dúplice, mozárabe y benedictino.
En el Monasterio de San Millán de Yuso se firmó el Estatuto de Autoría de La Rioja, conocido también como Estatuto de San Millán.

El Monasterio de Suso conserva gran parte de su estilo mozárabe, el sepulcro de San Millán, los sarcófagos de los Siete Infantes de Lara y el osario. Fue incendiado por Almanzor en el año 1002 razón por la cual no se conserva la decoración pictórica y estucos mozárabes.

El símbolo de San Millán es La Cruz de San Millán. Se trata de una cruz visigoda que aparece en el cenotafio del santo y que representa el camino que hay que recorrer en la vida para llegar a la vida eterna.

Desde la Fundación de San Millán de la Cogolla se trata de proteger y cuidar el medio natural considerado Patrimonio de la Humanidad; investigar, documentar y difundir los orígenes y la utilización del castellano; y fomentar el desarrollo social cultural y turístico de la zona.

La ermita de San Jorge (S. XII), a la entrada del pueblo, es considerada una de las iglesias consagradas más antiguas de la Rioja. En ella se encontraba la sepultura de Santa Potamia, discípula de San Millán, que dejó su vida aristocrática para llevar como un ermitaño siguiendo los pasos y la labor del santo.

Personajes Ilustres

San Millán como localidad no existía antes de San Millán, el santo. Por lo tanto, obviar a San Millán en este apartado no estaría bien. Casi todos los autores coinciden en que Millán nació en la cercana población de Berceo. Muy joven, por una llamada divina se trasladó a los riscos de Bilibio, en Haro, donde vivión 44 años como eremita, siendo discípulo de San Felices. Llamado por el Obispo de Tarazona asume la parroquia de Santa Eulalia en Berceo. Decidió o debió de dejar la labor de párroco dado que su hábito de repartir con los pobres el dinero y posesiones de la iglesia no era bien visto por sus hermanos sacerdotes. Este es un ejemplo de la personalidad de San Millán y el motivo de que se retirara al emplazamiento de Suso para retomar su vida de eremita hasta morir.
Personaje nacido en el pueblo fue Juan de San Millán, quien con Carlos I sería Obispo de Tuy y con Felipe II obispo de León; tuvo mucha relevancia en las discusiones del Concilio de Trento y un papel determinante para que San Millán consiguiera su independencia.

Coetáneo de Juan de San Millán fue Antonio Segura, pintor en las cortes de Felipe II y Carlos V, quien dejó detalles en El Escorial. Probablemente fue herido por Cervantes en una disputa.

María de la O Lejárraga escritora, fue pionera en el ámbito del feminismo durante el siglo XX. Se vio obligada a publicar sus primeras obras bajo el nombre de su marido; posteriormente, exiliados tras la guerra civil, el matrimonio admitió la autoría de las obras.


Tradiciones más destacadas.

El Domingo de Resurrección se celebra una romería a pie y a través de los montes hasta el Monasterio de Valvanera.

El tercer sábado de junio los hombres de la localidad –en romería- se acercan a la cueva del Santo manteniendo una tradición que data del año 1604. Por aquel entonces las mujeres de la zona sufrían una enfermedad de la que se desconocía su cura por lo que los hombres decidieron pedir a San Millán que intercediera por ellas.

El 26 de septiembre y el 12 de noviembre se celebran las fiestas relacionadas con el santo. En la primera de ellas la traslación y en la segunda la festividad. Éstas se complementan con la celebración, el 17 de noviembre, de Santa Gertrudis, patrona del pueblo (al igual que San Millán).

Leyendas

Son muchas las leyendas que rodean la vida de San Millán. Casi todas tienen que ver con los milagros. Por la aparición del santo en la batalla de Simancas, en el año 923, es nombrado patrón de Castilla. Y por la atribución de otro milagro se cuenta que el rey Sancho III ordenó la construcción del Monasterio de Yuso.
Según otra leyenda, el Monasterio de Yuso sería mandado construir por el Rey García tras considerar milagro el hecho de que los bueyes que trasladaban los restos de San Millán hacia el Monasterio de Sta. María la Real de Nájera se negaran a avanzar más, una vez llegados al río.
La leyenda de los Siete infantes de Lara (cuyos sarcófagos se encuentran en Suso) se basa en uno de los cantares de gesta más importantes de la lengua castellana. El romance gira en torno a una disputa familiar alrededor de un enlace matrimonial. Esta acabaría con la decapitación de los Infantes –sus cabezas se encontraron en un arca en Salas- y el arresto del padre por parte de Almanzor. Éste, apiadado por el sufrimiento del padre le cedería una hermana con quien tuvo un hijo bastardo. Este hijo vengaría la traición que sufrió su padre –y el padre de los infantes- hasta la muerte.

En los equinoccios de verano e invierno, alrededor de las seis de la tarde, la luz solar entra en la iglesia del Monasterio de Yuso, pasando por un círculo que decora el trascoro, dibujando un círculo en el centro geométrico de la iglesia, perfectamente orientado al este. Para muchos, este hecho tiene que ver con el misterio. Para otros, además de tener una explicación matemática, es un signo de distinción.

Mi consejo

Tal como se refleja en el artículo San Millán de la Cogolla está íntimamente ligada a la vida del santo y la actividad de los Monasterios. He tenido la oportunidad de conversar y conocer perfectamente no sólo las instalaciones, si no la labor que llevan allí a cabo los frailes agustinos recoletos. Es realmente fascinante.

Por ello no me queda otra que recomendar la visita al Monasterio de Yuso. Son muchas las obras de arte que admirar, las historias y leyendas que escuchar, el paisaje que disfrutar, etc.

Información recopilada por José Manuel Calleja. Más información:
info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com

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