Datos 
Población: 524 (INE 2008)
Bodegas: 0
Hectáreas uva tinta: 42
Hectáreas uva blanca: 4
Estos datos se corresponden en ocasiones con cifras de años anteriores. Las bodegas referidas son aquellas que se encuentran dentro del consejo regulador, si bien en la mayoría de las poblaciones pueden encontrase numerosas bodegas donde se elabora vino de gran calidad.
Reseñas históricas
La historia de Anguiciana ha estado muy ligada a la historia medieval de la región. Por tanto, en la historia del pueblo tienen mucha influencia los descendientes de los señores de Vizcaya, en especial Diego López de Haro y su hermana Toda. En el capítulo que dediquemos a Haro volveremos a hablar sin duda de esta familia.
Toda López de Haro, señora de Anguciana se casaría con López González de Arzamendi, uno de los barones de Álava.
A partir del S. XIV por privilegio de Enrique III de Castilla sería la familia Salcedo quien construiría y habitaría su torre fuerte. Ésta tuvo permiso expreso del rey para ser construida “como el mismo Rey la podría mandar hacer para sí mismo”. La vida de la villa comenzó a girar en torno al Señorío de Salcedo y la vida “palaciega” que allí tenía lugar.
Una comunidad de franciscanos de Perú adquirió la torre a principios de S.XX para instalar allí un colegio-seminario. Su misión era reclutar gente que quisiera evangelizar a los “indios” en el Amazonas. Tuvo iglesia, convento, barbacoa y cine. Hoy pertenece a un particular.
La plaza del Ayuntamiento contaba antiguamente con un kiosko alrededor del cual se llevaba a cabo la vida de los que no vivían en el palacio.
En los tiempos “modernos” el pueblo es y ha sido destino vacacional de muchísima gente, sobre todo gente que proviene de Bilbao (como en el resto de la comarca).
El río Tirón cruza el pueblo por un cauce “artifical” rodeado de zonas de esparcimiento y zonas deportivas, incluidas unas magníficas piscinas. Antiguamente el río era el motor del pueblo no sólo por la pesca de peces y cangrejos, si no por el valor de la madera de las choperas y su uso como zona de ocio y baño. Eran varios los pozos de baño alrededor del puente donde los habitantes podían bañarse (e incluso nadar).
El monte Taranco es conocido en Anguciana como la Mina, ya que de él se extraía la piedra arenisca con la que se hacían las construcciones nobles del pueblo.
Anguciana es zona de vid. Por ello no hace mucho tiempo todavía se usaban las “cuevas” o bodegas que se congregaban todas juntas, mirando al norte en la Loma de la depresión del Río Tirón. Hoy en día la mayoría son utilizadas como “txokos” o merenderos donde realizar las reuniones familiares.
El pueblo se encuentra “dividido” en dos mitades, partidas por el río Tirón. En la zona de Oreca hasta hace bien poco casi permanecía en solitario la ermita de San Bartolomé. Sin embargo, hoy podemos observar también numerosas construcciones (urbanizaciones) que albergan en su mayoría a los veraneantes del pueblo.
El nombre de Anguciana viene de Augustiana-Castra. Sin embargo cuando preguntas a la gente de allí cuál es el gentilicio se obtienen una gran variedad de gentilicios. El más común es el de castreño. La gente de la región les llama peyosos. Otros resultados obtenidos son angucianejo, augustiano, augustianocastreño, angucitano, anguciatense y castrense.
Población: 524 (INE 2008)
Bodegas: 0
Hectáreas uva tinta: 42
Hectáreas uva blanca: 4
Estos datos se corresponden en ocasiones con cifras de años anteriores. Las bodegas referidas son aquellas que se encuentran dentro del consejo regulador, si bien en la mayoría de las poblaciones pueden encontrase numerosas bodegas donde se elabora vino de gran calidad.
Reseñas históricas
La historia de Anguiciana ha estado muy ligada a la historia medieval de la región. Por tanto, en la historia del pueblo tienen mucha influencia los descendientes de los señores de Vizcaya, en especial Diego López de Haro y su hermana Toda. En el capítulo que dediquemos a Haro volveremos a hablar sin duda de esta familia.
Toda López de Haro, señora de Anguciana se casaría con López González de Arzamendi, uno de los barones de Álava.
A partir del S. XIV por privilegio de Enrique III de Castilla sería la familia Salcedo quien construiría y habitaría su torre fuerte. Ésta tuvo permiso expreso del rey para ser construida “como el mismo Rey la podría mandar hacer para sí mismo”. La vida de la villa comenzó a girar en torno al Señorío de Salcedo y la vida “palaciega” que allí tenía lugar.
Una comunidad de franciscanos de Perú adquirió la torre a principios de S.XX para instalar allí un colegio-seminario. Su misión era reclutar gente que quisiera evangelizar a los “indios” en el Amazonas. Tuvo iglesia, convento, barbacoa y cine. Hoy pertenece a un particular.
La plaza del Ayuntamiento contaba antiguamente con un kiosko alrededor del cual se llevaba a cabo la vida de los que no vivían en el palacio.
En los tiempos “modernos” el pueblo es y ha sido destino vacacional de muchísima gente, sobre todo gente que proviene de Bilbao (como en el resto de la comarca).
El río Tirón cruza el pueblo por un cauce “artifical” rodeado de zonas de esparcimiento y zonas deportivas, incluidas unas magníficas piscinas. Antiguamente el río era el motor del pueblo no sólo por la pesca de peces y cangrejos, si no por el valor de la madera de las choperas y su uso como zona de ocio y baño. Eran varios los pozos de baño alrededor del puente donde los habitantes podían bañarse (e incluso nadar).
El monte Taranco es conocido en Anguciana como la Mina, ya que de él se extraía la piedra arenisca con la que se hacían las construcciones nobles del pueblo.
Anguciana es zona de vid. Por ello no hace mucho tiempo todavía se usaban las “cuevas” o bodegas que se congregaban todas juntas, mirando al norte en la Loma de la depresión del Río Tirón. Hoy en día la mayoría son utilizadas como “txokos” o merenderos donde realizar las reuniones familiares.
El pueblo se encuentra “dividido” en dos mitades, partidas por el río Tirón. En la zona de Oreca hasta hace bien poco casi permanecía en solitario la ermita de San Bartolomé. Sin embargo, hoy podemos observar también numerosas construcciones (urbanizaciones) que albergan en su mayoría a los veraneantes del pueblo.
El nombre de Anguciana viene de Augustiana-Castra. Sin embargo cuando preguntas a la gente de allí cuál es el gentilicio se obtienen una gran variedad de gentilicios. El más común es el de castreño. La gente de la región les llama peyosos. Otros resultados obtenidos son angucianejo, augustiano, augustianocastreño, angucitano, anguciatense y castrense.
Tradiciones más destacadas
El 29 de abril tiene lugar la celebración de la festividad de San Pedro de Verona. Es una buena ocasión para acudir al pueblo.
El domingo anterior a esta fecha se “baja” a la patrona, la Virgen de la Concepción desde su ermita (en una loma antes a las afueras del pueblo) y el domingo más cercano al 24 de agosto (San Bartolomé, a quien está dedicada una ermita ya nombrada) se “sube” de nuevo a la ermita. Por ello muchos lugareños dicen que la Virgen de la Concepción es la primera veraneante de Anguciana.
La procesión del Corpus como casi todos los actos religiosos ha perdido su esencia. Sin embargo no hace muchos años era un acontecimiento que sacaba a casi todo el pueblo a la calle en procesión.
Personajes ilustres
La mayoría de los personajes ilustres de este pueblo tienen que ver con la familia Salcedo, señores de su castillo, quienes gracias a su posición noble llegaron a ocupar cargos de importancia en algunas instituciones nacionales.
Uno de los veraneantes más famosos del pueblo en los años 60 fue Juan Gardeazabal, quien fue árbitro internacional de fútbol y único representante español de este colectivo en el mundial del año 1968.
Mi consejo
Mi consejo para quienes quieran conocer este pueblo es el de recurrir al blog sobre el mismo que con tanto cariño desarrolla Juan Díez del Corral y a quien agradezco su ayuda. Sin ella, este artículo no hubiera sido posible. Visitad esta dirección: http://pueblodeanguciana.blogspot.com/
Más información: info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario